Los antecedentes: PP y PSOE exoneraron a militares franquistas y antidemócratas en la reserva
Si nos atenemos a los
precedentes, los reservistas firmantes del manifiesto a favor del dictador y
genocida Francisco Franco tienen muchas posibilidad de salir ilesos de la
investigación recientemente abierta por el ministerio de Defensa.
El caso del general Juan Chicharro
El
primer precedente data de febrero de 2013, cuando el general Juan Chicharro,
entonces en la reserva y hoy firmante del manifiesto de apoyo de Franco,
manifesto que “la patria vale más que la democracia”.
Sin duda, una declaración de intenciones.
Semejante ataque a la democracia fue
vertido para justificar una intervención militar en Catalunya “si los
mecanismos de defensa de la Constitución no funcionan”.
Ahí es nada.
Para
mayor gravedad del asunto, tales manifestaciones fueron difundidas en
presencia, tal y como nos relata El País, del “presidente de la Sala de lo
Militar del [Tribunal] Supremo, Ángel Calderón, el rector de la Universidad Rey
Juan Carlos, Pedro González-Trevijano, y el magistrado y director de la Revista
Jurídica Militar, José Antonio Fernández Rodera, como moderador”.
Ni
más ni menos que el presidente de la Sala Militar del Tribunal Supremo estaba
sentado, e imagino que atento, mientras se vilipendiaba públicamente a la
democracia y se justificaba una intervención militar al margen del Gobierno.
El rector de la Rey Juan Carlos también
escuchaba las atronadoras manifestaciones.
Aquello,
como no podía ser de otra forma, derivó en una investigación de Defensa que,
como tampoco podía ser de otra forma, terminó en nada.
Pero, he aquí lo realmente importante del
asunto, ya que, según El País, esta decisión, “sentó jurisprudencia” y a ella
podrán acogerse los cinco reservistas firmantes del manifiesto franquista.
Y todos aquellos militares que en el futuro
gusten de apalear la democracia.
Para
exonerar al franquista Juan Chicharro -ahora muy cómodo en la Fundación
Nacional Francisco Franco-, porque había que exonerarle como fuera, entre otras
cosas porque es una persona cercana a Juan Carlos I (¡¿qué raro, un franquista
cercano al rey Juan Carlos?!), lo que se hizo fue reinterpretar los derechos y
deberes de los militares en la reserva y se concluyó que sí, que los militares
en la reserva pueden amenazar a la ciudadanía si les viene en gana.
Como
justificación, el entonces ministro de Defensa, Pedro Morenés, solicitó dos
informes jurídicos, uno a la hermandad de San Hermenegildo y otro al propio
ministerio de Defensa. Ambos servicios jurídicos, casualmente, consideraron muy
democrático lo de intervenir militarmente en Catalunya si “el Gobierno y el
Tribunal Constitucional no cumplían con su obligación”.
Por
cierto, la hermandad de San Hermenegildo estaba dirigida por el entonces rey
Juan Carlos.
¿Y al PSOE qué le pareció la algarabía
franquista?
En
aquellos años, el PSOE estaba en la oposición y, como suele suceder en estos
casos, protestó airadamente por medio del portavoz del PSOE en la comisión
de Defensa, Diego López Garrido, que exigió al entonces ministro de Defensa,
Pedro Morenés, que aplicase “las sanciones disciplinarias que correspondan” y
que lo hiciera “con carácter inmediato”.
Esta
exigencia se basó en que las palabras del general fueron consideradas por los
socialistas como “frontalmente contrarias a la Constitución y a la disciplina
militar” e “incompatibles con el régimen democrático y el Estado de derecho”.
Hoy,
mientras gobierna, el PSOE no requiere de tanta inmediatez para responder al
desafío de más de 600 militares franquistas y prefieren esperar a después del
veraneo.
El caso del teniente general Mena: ¿Qué hizo
el PSOE cuando gobernó?
El
periodista de El País que atribuyó la jurisprudencia a la exoneración del
general Chicharro olvidó un episodio anterior no poco menos importante (y que,
curiosamente, él mismo había noticiado), pero que se produjo cuando los
socialistas, tan apoyados por este medio de Prisa, gobernaban.
En el año 2006 el teniente general Mena
amenazó en términos muy similares a los de Juan Chicharro a la sociedad: una
intervención militar si el Gobierno rebasa los límites que ellos consideraban
patrióticos (recuerden, la Patria antes que la democracia).
Y lo hizo con la gravedad de contar con
45.000 militares a su mando.
El
PSOE respondió con unos pocos días de arresto, por quedar bien, y acto seguido
unos cincuenta militares escribieron cartas de apoyo al teniente general Mena,
muchos de ellos en la reserva.
El entonces ministro, José Bono, les dejó
sin sanción.
Como si no hubiera pasado nada.
Esta exoneración masiva constituye un
segundo precedente muy favorable a los cinco militares reservistas franquistas.
Por
tanto, atendiendo a ambos precedentes, si el PSOE sancionara a los cinco
militares reservistas firmantes del manifiesto franquista ello constituiría un
episodio histórico.
La vuelta de tuerca del PSOE: exonerar a los
franquistas y sancionar a los demócratas
Pero
no solo los antecedentes sonríen a los militares reservistas antidemocráticos,
sino que, desgraciadamente, los precedentes son enormemente hostiles con los
militares demócratas.
Si bien acabamos de relatar que un general
amenazó a la ciudadanía impunemente o que cincuenta militares, la mayoría en la
reserva, firmaron cartas de apoyo a las golpistas palabras del teniente general
Mena, convendría apostillar que en aquella vorágine franquista hubo un militar,
el coronel Fernando Abalo, que escribió una carta de repulsa al comportamiento
del teniente general Mena.
No
solo fue arrestado por el ministerio dirigido por José Bono por
medio de Félix Sanz Roldán, entonces JEMAD y hoy director del CNI, sino que se
le imputo un delito de insubordinación.
La justicia y la cúpula
militar lo querían hecho trizas.
Conclusión: los franquistas son protegidos,
los demócratas atacados
Lamentablemente,
los antecedentes históricos señalan hacia una exoneración de los militares
reservistas franquistas, bajo la excusa más peregrina que se pueda encontrar, y
un arresto y una persecución de los militares demócratas firmantes del
manifiesto (en activo o reserva) que tilda de genocida a Franco.
Ello
nos debe hacer recapacitar, pues si en España llamar genocida al sanguinario
dictador Francisco Franco supone no ya equidistancia con aquellos que defienden
la figura del general traidor a la democracia, lo que sería de una gravedad
extrema por lo que tiene de igualar valores frascistas con valores
democráticos, sino mayores posibilidades de ser arrestado y condenado, es que
este país está estructuralmente mal edificado.
Ahora,
Pedro Sánchez y Margarita Robles tendrán que demostrar si luchar contra el
franquismo es una cuestión estética o estructural y si pretenden reformar las
Fuerzas Armadas o pasar el trago lo antes posible mientras distraen a la
ciudadanía con el traslado del fiambre.
Luis
Gonzalo Segura
Esperemos que este a la altura , PSOE no le queda otra que responder a la Democracia como corresponde, y poner en su sitio a los militares y condenar a los que se pasean impunemente.
ResponderEliminarJAJAJA; no se atrevera.
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