carrostia

No es nada nuevo que la “democracia” española no está pasando por uno de sus mejores momentos, al menos si partimos de la base de que vivimos en una democracia, cosa que dudo desde hace un tiempo. Hace poco más de una década durante el “auge” económico europeo, la gente vivía mejor, o al menos eso creía, a base de hipotecas impagables, préstamos para viaje de novios-coche-casamiento unificados, todo esto a pagar en 40 años, realmente alguien pensaba que usaría el mismo coche 40 años? O después de unos años comprarían otro y pagarían dos al mismo tiempo? Todo esto forma parte de un todo, un todo ideológico, que además define muchos otros aspectos de una sociedad fácil de engañar. En aquella época la gente era feliz, o eso pensaban , supongo que creían que al fin la “justicia económica” había llegado a España, y que el esfuerzo de tantos años había dado sus frutos, que finalmente podrían hablar de igual a igual con sus hermanos europeos, al menos en lo que era poder adquisi

Hace tiempo se barajan diferentes teorías sobre la independencia de Cataluña, alguna relacionada con el gas y Rusia, otra relacionada con el rescate económico de España, o con la necesidad de la UE de frenar la ola de independentismo que cada día es más grande en muchas regiones europeas, lo cierto es que hay demasiadas, o al menos suficientes, pero la que menos se tiene en cuenta es la catalana. La del pueblo, la del hartazgo, esa que sentimos día a día después de leer, ver y padecer tanta injusticia, esa teoría que ya deja de serlo para convertirse en una realidad, la realidad catalana, entregar 10 al estado español y recibir 6, o menos, en cuotas, y a veces con interés, interés que luego para pagarlo hay que pedir “préstamos” a España, con más intereses, y que después de todo este despropósito, nosotros, los catalanes, somos los culpables si se cierra la cama de un hospital (cosa que está sucediendo en todo el estado español), o si falta un “barracón” en alguna escuela, pero e