Diciembre es del comercio. Pero, ¿quién piensa en febrero?
Diciembre es el mes del comercio por excelencia. Es un mes que se recibe con ilusión. Las luces están encendidas, los escaparates a punto, las calles llenas, hay campañas institucionales, Black Friday, Feria de Navidad, el Tió… Todo parece acompañar. Pero cuando pasa la ola, ¿qué es lo que queda? Porque la realidad es que muchas tiendas históricas siguen cerrando. Y si no ponemos el foco más allá del impulso puntual, si no pensamos en el largo plazo, si no damos herramientas reales para profesionalizar, el comercio local seguirá cayendo poco a poco, en silencio. El paso de comerciante a retailer es un cambio de mentalidad. Es pasar de vivir el día a día a construir un proyecto empresarial. Es dejar de apagar fuegos para pensar en márgenes, marca, experiencia, comunidad. Y para eso no basta con pasión: también hacen falta recursos, formación, apoyo estratégico y medidas que acompañen este salto tan difícil. Porque, a día de hoy, las ayudas reales para crear comercio longevo ...