100 dias
Ya
han transcurrido 100 días del Gobierno plagado de gestos, con acciones de
escaso contenido y renuncias destacadas, como la no derogación de la reforma
laboral o el impuesto a la banca.
Ha mejorado el sistema de becas y ha
iniciado el camino para la recuperación de la Sanidad universal.
«Prometo por mi conciencia y
honor cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de Presidente de
Gobierno con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como
norma fundamental del Estado y mantener en secreto las deliberaciones del
Consejo de Ministros».
Era el 2 de junio, cuando
Pedro Sánchez prometió su cargo, sin presencia de la Biblia y del crucifijo,
como es tradicional en España.
Lo que no he terminado de
entender nunca, es que se prometa mantener en secreto las deliberaciones del
Consejo de Ministros.
¡Cuanta ocultación al
pueblo por el órgano de Gobierno!
Pedro Sánchez Pérez-Castejón es el séptimo Presidente de la
democracia.
Es la primera vez que no
gobierna la fuerza más votada y el Presiente no es diputado. Por las cuestiones
políticas y económicas que tendrá que abordar y por la posición intransigente y
beligerante del Partido Popular y Ciudadanos, se presenta un mandato inestable.
Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno, tras obtener el
apoyo de la mayoría absoluta del Congreso, en una histórica moción de censura
que forzó la salida de Mariano Rajoy.
No sabemos si ha asumido
todavía la debacle.
El ya expulsado
presidente, no se presentó aquella tarde al debate de la moción, sino que se encerró
durante ocho horas en el restaurante Arahay de la calle de Alcalá, del que
salió, en verdad, algo «perjudicado».
La moción fue aprobada por
180 votos a favor, 169 en contra y una abstención. Sánchez contó con el apoyo
del Grupo Socialista, por la coalición de izquierda Unidos Podemos y por los
grupos nacionalistas e independentistas del País Vasco y Catalunya.
Ya han transcurrido 100 días del Gobierno plagado de gestos, con
acciones de escaso contenido y renuncias destacadas, como la no derogación de
la reforma laboral o el impuesto a la banca.
Otra cuestión es aparente
falta de coordinación en los ministerios, la rectificación en algunas
decisiones y la dimisión del ministro de Cultura, así como la de Concepción
Pascual hace dos días, por la legalización del sindicato OTRAS, «Organización
de Trabajadoras Sexuales».
Los acontecimientos de
estos últimos días podrían ser el inicio de una nueva etapa, tras recuperar la
sanidad universal, con los votos en contra del PP y la abstención de Ciudadano
y los acuerdos con Unidos Podemos sobre medidas sociales y de memoria, dejando
pendiente la reforma fiscal.
El Gobierno se compromete a revertir los recortes en educación,
impulsar la gratuidad en las escuelas infantiles, acceso a libros para familias
sin recursos, bajada de tasas y aumento de becas.
También quitar la pensión
a Billy el Niño, crear un Museo de la Memoria Democrática y negociar la
anulación de las sentencias del franquismo, con el compromiso de allanar un
acuerdo presupuestario para antes de fin de octubre.
Pero vayamos «al turrón» que decían en Celda 211.
Estamos en hacer balance
de los primeros 100 días de Gobierno.
Tiempo tendremos de
analizar la gestión de las propuestas, de otras iniciativas y su ejecución.
Los 100 días de un nuevo
Gobierno siempre se leen como el prólogo de la verdadera acción de un
Ejecutivo.
Es la hora de pasar de los
gestos a la acción y evitar los retrocesos, así como sus cambios de
orientación.
Moncloa ficha a la
community manager de la Policía Nacional, Carolina González, que se incorporó
al equipo de la Secretaría de Estado de Comunicación para dirigir la
comunicación digital del Gobierno, incluido la cuenta oficial de la
Presidencia, @desdelamoncloa,
y la personal de Sánchez, @sanchezcastejon.
Buena decisión, se nota
positivamente.
En este orden de cosas, el
presidente del Gobierno, ha hecho balance en Twitter de los cien días que lleva
en el cargo, desde que asumieron el reto de «gobernar el cambio».
El presidente aparece en
un vídeo asegurando que «este es un Gobierno que hace lo
que dice: dijimos que íbamos a ser un Gobierno feminista y hoy España es el
primer país del mundo con más mujeres en el Consejo de Ministros».
Recuerda que dijeron que
iban a ser un gobierno ecologista y antes de que finalice el año presentarán un
plan estratégico de transición ecológica y aprobar una ley de lucha contra el
cambio climático.
Todo ello no es una
acción, sino un propósito.
«Dijimos que íbamos a ser
europeístas y no solo estamos dando un enfoque europeo y también respetuoso con
los derechos humanos en la política migratoria, sino que España está liderando
el crecimiento económico en el conjunto de la zona euro».
No cuenta todo como es; no
menciona su cambio real de orientación: de la apertura de puertas al Aquarius y
el anuncio del fin de las concertinas, a la expulsión en caliente de los 116
inmigrantes, tras el salto a la valla en Ceuta, rescatando un acuerdo de 1992
con Marruecos, que el Consejo de Europa ha denunciado.
Enfrentar a las víctimas de Arabia Saudí
con los trabajadores de Cádiz es enfrentar a los pobres entre sí.
En tres meses, el Gobierno solo ha tenido tiempo para algunos
retoque legislativos.
Sin embargo, sí ha
mejorado el sistema de becas y ha iniciado el camino para la recuperación de la
Sanidad universal.
Defensa también ha
paralizado la venta de armas a Arabia Saudí, que se ha acelerado en corregir,
tras las presiones de Avantia y la movilización de trabajadores en el Campo de
Gibraltar.
Tendrá que elegir entre
principios o intereses.
Comienza con lo primero y
termina con lo último.
Los puestos de trabajo no
están por encima de la vulneración de derechos humanos.
Y enfrentar a las víctimas
de Arabia Saudí con los trabajadores de Cádiz es enfrentar a los pobres entre
sí.
Esto se salva con ideas y
convicciones en la toma de decisiones.
Pedro Sánchez también recuerda su política social «porque no
solamente hay que crecer sino llegar al conjunto de las capas sociales».
En los primeros 100 días,
el presidente quiere «seguir consolidando el crecimiento económico, haciendo
una apuesta por la reindustrialización, por la ciencia, por la innovación y,
por supuesto, por redistribuir el crecimiento.
Si se crece y no se
reparte ese crecimiento no vale para el conjunto de la mayoría ciudadana».
Quieren hacer; pero se
trata de hacer un balance de lo hecho, «una apuesta por el Estado del
bienestar, hacer una apuesta decidida por la educación, por la formación profesional
por nuestras universidades, y también seguir ensanchando nuestro espacio de
derechos y libertades», por lo que uno de sus principales objetivos, dice, es
aprobar una Ley de Eutanasia.
No se si prefiero hacerlo
con ley o sin ella.
Pedro Sánchez ha vivido «cien días intensos y
apasionantes donde estamos haciendo posible el cambio», que yo no
lo veo.
Sí observo una gran
impostura en sus declaraciones y las de sus ministras y ministros.
¿Han oído el tono de voz
con el que se presenta a las ruedas de prensa y en sus declaraciones?: en clave
menor y en tono bajo; hay que agudizar bien el oído para saber lo que dice.
¿Han visto sus hombros
arqueados y sus largos brazos desmadejados, con un compás de pasos
displicentes?
Voz, imagen y andares
aprendidos en cien días.
No se habían cumplido los 100 días, cuando se enfrentaba al primer
gran fracaso de su política económica, al no conseguir aprobar el techo de
gasto
Promesas incumplidas por
cambio de criterio y por no tener la mayoría suficiente en el Parlamento.
Porque la realidad pone
las cosas en su sitio despejando algunos fracasos: el rechazo a la subida de
impuestos, la frustración de no avanzar en la financiación autonómica, la mala
elección de sus portavoces, la ambigüedad con Cataluña y su mala imagen con la
prensa.
La exhumación de la momia
de Franco (que dice su nieto) del Valle de los Caídos, está pendiente.
Veremos como termina la
historia después de anunciar que sería antes de terminar agosto y ahora antes
de que termine el año.
Una de las promesas de
Sánchez fue «gobernar con el Parlamento, no contra el Parlamento», pero por el
momento, Sánchez ha optado por la figura del Decreto-Ley, previsto para
situaciones de «extraordinaria y urgente necesidad», como lo han hecho todos
los gobiernos anteriores.
Con esta fórmula pondrá en
marcha materias como la restitución de la sanidad universal, la exhumación de
los restos del dictador y medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de
género, aunque ahora rectifica y parece que las medidas del pacto lo hará
mediante ley.
En los primeros cien días de
Gobierno acumula más promesas que medidas ejecutadas.
No rotundo del Gobierno al adelanto electoral.
El Ejecutivo de Pedro
Sánchez presume de gestión y se muestra decidido a agotar la legislatura.
El presupuesto de 2018, la
Oferta de Empleo Público o el acuerdo entre taxistas y vehículos de alquiler
con conductor son algunos de los hitos económicos de los primeros cien días de
Gobierno, en los que acumula más promesas que medidas ejecutadas.
Otras medidas fiscales
«anunciadas» son la progresiva equiparación de los impuestos del diésel y la
gasolina, un impuesto a las transacciones financieras −inicialmente planteado
como un impuesto a la banca−, un impuesto digital o la subida del IPRF para
rentas altas.
También «prevé» poner en
marcha una nueva regulación del bono social eléctrico y un descuento en la
factura de la electricidad para los colectivos vulnerables, que podría
ampliarse a otros suministros básicos como el agua.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez presume de
gestión y se muestra decidido a agotar la legislatura.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha invitado al
presidente a que «si está tan convencido de lo bien que lo está haciendo, que
ponga las urnas»
Está aguantando porque
teme que los ciudadanos castiguen su pacto con Quim Torra, ha agregado.
Por su parte, el
responsable de Políticas Económicas de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato, ha
exigido al Gobierno «medidas concretas y efectivas» para revertir los recortes
debidos a la crisis que, ha subrayado, «empezaron ya en la etapa del socialista
Rodríguez Zapatero».
La ministra de Educación y
portavoz del Ejecutivo, ha hecho un repaso de los principales hitos de equipo
de Pedro Sánchez dedicados a «activar la política española», anunciando que el
Gobierno tiene vocación de seguir siendo el Gobierno constituido hasta el
final.
Ya hemos visto demasiadas veces que se
vocifera en la oposición y se pretende razonar cuando se está en el poder. La
decencia y la dignidad nos dice que ni lo uno ni lo otro.
Nadie dice que gobernar sea fácil y menos en las condiciones que
lo hace Pedro Sánchez, con una minoría cualificada en el Congreso y una minoría
minoritaria en el Senado.
Ocurre que ya hemos visto
demasiadas veces que se vocifera en la oposición y se pretende razonar cuando
se está en el poder.
La decencia y la dignidad
nos dice que ni lo uno ni lo otro.
Esta situación nos muestra
lo vergonzoso del papel que juega el nuevo PP de Casado y las amenazas del
Ciudadanos de Rivera por su urgente necesidad de mostrarse como la derecha más
de derechas, como lo es, como tambien lo es el PP. (Chiste en el jueves: ¿Cómo
se dice falangista en euskera? ALBERRI BERA).
Por cierto, es una vergüenza judicial archivar la investigación de
los audios de Corinna sobre Juan Carlos de Borbón, quien podía haber atracado
un banco, violado a un sin fin de niñas y niños, asesinado al Papa de Roma y se
iría de rositas…
Lo mismo puede ocurrir con
su real hijo #vergüenzasdeEspaña.
Articulo de Victor
Arrogante
Viñeta de Lope
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