Todos a la carcel
Que la revolución catalana es una
revolución de nuevo tipo se ve en el desconcierto que provoca. El Estado no
sabe cómo reaccionar; el gobierno, tampoco.
Las opciones son escasas: se cede a la
petición independentista de referéndum o se interviene la Generalitat con un
155 beligerante, un estado de excepción permanente. La intervención no será
aceptable en el exterior; la cesión no lo será en el interior. La posición
intermedia es imposible porque Sánchez y el PSOE están cerrados al diálogo.
Por contra, el independentismo
recalcitrante sigue siendo mayoritario y unido, a pesar de las discrepancias
internas.
Lo que los unionistas tienen enfrente
no es un partido o una alianza de partidos, sino una sociedad en toda su
complejidad. Los partidos tienen a sus dirigentes presos o exiliados.
Pero el Govern de la Generalitat
manifiesta estar en la misma onda y el MHP Quim Torra, procesado por
desobediencia se reafirma en su actitud, "hasta las últimas consecuencias"
que, en España quiere decir, la cárcel. De momento. Pero, junto a Torra,
comparecen representantes de las asociaciones sociales, ANC, Ómnium, AMI, ACM y
autoridades como el presidente del Parlament.
El gobierno, el poder legislativo, la
sociedad civil. Todos dispuestos también a las "últimas
consecuencias". El horizonte penal se amplía.
Hablando de sociedad civil, el
independentismo se ha hecho con la Cámara de Comercio catalana, que agrupa a
más de 420.000 empresas.
No es una conspiración de un par de
partidos. Es toda la sociedad.
Son las profesiones, ahora también los
sindicatos. Responsable de esta situación es la inaudita torpeza del Estado
español en el tratamiento de la cuestión como una de orden público, de policía,
jueces y cárceles.
El recurso a la represión garantizó la
existencia de un motivo para la rebeldía. Esa torpeza inicial se agranda con
los socialistas, incapaces de encontrar una vía política de negociación y
entregados a la misma vía suicida de la represión por los tribunales que el PP.
En el fondo, la cuestión de fondo, es
que ni el PP ni el PSOE ni los demás partidos españoles, Podemos, C's o Vox
saben qué hacer ante una revolución de nuevo tipo que son totalmente incapaces
de entender. Desde un Iglesias, que se dice "orgulloso de ser
español" hasta algún chalado de Vox que quiera imponer el Cara al sol como
el himno de la nación española, hay un hilo de continuidad, esa condición de
españoles que, al parecer, les impide entender que otros tengan otra con el
mismo derecho.
La gestión de los políticos ha sido
tan inepta que han acabado convirtiendo la "cuestión catalana" en el
iceberg que ha hundido el Titanic del Estado democrático de derecho en España.
En su lugar pretende que actúe un
régimen absurdo en el que el ataque a los derechos de la población, la
persecución de las ideas y opciones políticas, la criminalización de los
discrepantes, la represión indiscriminada recaiga sobre los jueces y los
tribunales.
Falto de todo proyecto político, el
Estado español encarga el ejercicio de la tiranía a su peculiar justicia. El
poder judicial es el brazo ejecutor de las decisiones políticas del Estado y el
gobierno. El rey ya aleccionó al Tribunal Supremo; el gobierno restringe el
activismo de la abogacía del Estado, pero no el de la fiscalía. Dicen buscar
vías políticas, pero dejan rienda suelta a la fiscalía.
Y ahí están los fiscales catalanes
empeñados en meter en la cárcel también a decenas de cargos y funcionarios de
la Generalitat. La criminalización es imparable porque el proceso político está
judicializado.
Así que más gente a la cárcel.
¿De qué acusan los fiscales a los
nuevos empapelados?
De organización criminal, cosa
indudable por cuanto todos ellos cooperaban a un fin delictivo como era la
secesión de Catalunya del reino de España. He aquí un programa político, votado
en un parlamento, como un mandato popular, convertido de pronto en un delito de
organización criminal.
Naturalmente, desde el momento en que
propugnar la independencia de Catalunya y procurarla por el medio pacífico de
un referéndum es delito, todos los que a él coadyuven son delincuentes, en
mayor o menor medida.
Que unos fiscales no sepan distinguir
un programa político y un mandato popular de una organización criminal, quizá
esté en la naturaleza de las cosas. Que no los distinga un partido y un
gobierno es lo insólito y temible. Temible porque, en la lógica de la represión
judicial, detrás de los funcionarios y cargos medios que gestionaron la
comisión de un delito, viene el personal de los colegios y centros de votación,
directores, subalternos y personal de limpieza. Y detrás de estos, los casi
tres millones que se acercaron a votar en el referéndum, es decir, colaboraron
en la comisión del delito.
Tendrán que procesar a media
Catalunya.
En distintos grados, pues los
tribunales son equitativos, pero media Catalunya. Y no sé si habrá cárceles
para tanta gente.
Cuando el poder utiliza la justicia
contra sus adversarios políticos por serlo, tanto el primero como la segunda
han perdido toda legitimidad,
Ramón Cotarelo
Todos a la carcel....como en la pelicula, o como decia el inefable Jose Mari " Ansar "...hay que ver las ganas que le tenia al Ibarretxe.
ResponderEliminarY es que es la España que no cambia...la que despues, cuando el cambio lo fuerzan los demas, en lugar de agradecer o reconocer, como tienen por costumbre, reescriben la historia y se cuelgan la medalla.
Eso es algo que a castilla siempre se le dio bien , digo Castilla parafraseando a Ortega i Gasset que decia que " España no existe, es solo un invento de Castilla " Siempre se han adjudicado logros ajenos y han reescrito la historia o la han eliminado cuando les convino...el caso es que esos logros sean de algun mesetario, si no, no son.
Poco recuerda o sabe siquiera ( ni quere saber ) la España de siempre lo mucho que le debe a catalunya, a Barcelona en particular, sobre todo la clase obrera.
Pocos recuerdan la huelga de la Canadiense, que tambien el Gobierno de Castilla trajo barcos a Barcelona, pero no barcos para los piolines si no barcos prision donde acabo metida la mitad de la poblacion, practicamente la totalidad de la clase trabajadora.
Poco saben ni quieren saber que es gracias a esa huelga , a esa lucha y a esa presion que Castilla claudico, si claudico....y desde entonces y no antes ni por otra causa, tenemos una jornada de ocho horas....ni lo saben ni quieren saberlo.
Ya les va bien.
Es como este juicio/farsa, este festival de mentiras que les esta siendo censurado a la poblacion, a la ciudadania de la España de siempre.
Llevan mas de un año poniendo a parir a los catalanes, hablando como de cuando a ver de que manera los juzgan y empapelan y ahora que el estado se lo censura..lo oculta , ahora resulta que NADIE se queja, nadie dice que es un hecho de interes nacional, que no se puede esconder, hurtar al aciudadania ese derecho...
Pero nada, estan mejor y mas comodos instalados en el " A por ellos "
El dia en que reescriban la historia tal y como es su costumbre, y si es que al final la cosa se soluciona de buenas maneras tambien para España....diran que en su generosidad consiguieron de una tacada librarse de los ahijados de Franco y respetar la costitucion que lleva implicito en el cumplimiento del art . 10.2 el dercgo a la autodeterminacion.
Pero mientras eso no pasa....y entre partido de futbol y corrida de todos ....
A por ellos y todos a la carcel.