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Franco no ha muerto

En un editorial reciente, titulado “ Franco ha muerto ”  (12.11.17), el rotativo  El País  indicaba que la afirmación hecha por Pablo Iglesias, Irene Montero y Pablo Echenique del partido Podemos de que las personas encarceladas por la Audiencia Nacional (los dirigentes de Òmnium Cultural y de la Asamblea Nacional Catalana -ANC-, así como el vicepresident y algunos de los consellers del gobierno catalán) eran  presos políticos  debía considerarse como “extemporánea” y “absurda”, cualificaciones también aplicables a las declaraciones de dirigentes políticos europeos como el ex primer ministro socialista del gobierno belga, el Sr. Elio Di Rupo, que habían utilizado la misma expresión para definir tales presos. En realidad, este último había incluso acusado al Sr. Rajoy, presidente del Gobierno, de “ franquista autoritario ”, algo que el editorial de  El País consideraba como una afirmación intolerable y digna del máximo desprecio. El editorial consideraba ofensivo para España y fuera

Lodazal Ciudadanos

El partido gerenciado por Rivera corre un riesgo muy alto de convertirse en un lodazal, si no está ya inmerso de manera irreversible en él. Utilizo la palabra lodazal en el buen sentido (si lo tiene), es decir como masa informe, oscura y pringosa resultado de la decantación de materia que no encuentra aceptación ni de la naturaleza ni de los hombres. Aquello que sin valor alguno se desecha y acaba formando detritus. No me refiero específicamente al simbolismo de lo nauseabundo que supone lodazal igual a inmoral. No digo por tanto que el partido de color anaranjado sea una organización inmoral, pero sí me parece que tiende a enturbiarse, a  oscurecerse, a resultar pringosa. Así me lo parece ya que actúa como una balsa de decantación que recoge todo lo que fluye de manera inconforme con la aceptación natural, legal o institucional de las ideas y actitudes políticas. Lo que le lleva a grandes contradicciones e incoherencias irreconciliables. Sostiene discursos incendiarios contra l

Muchas veces surge para empresas y autónomos el interrogante sobre la diferencia entre domicilio social y el fiscal.

¿Sabes cuál es la diferencia entre domicilio social y domicilio fiscal?                 Muchas veces surge para empresas y autónomos el interrogante sobre la diferencia entre domicilio social y el fiscal.             Los autónomos y empresas tienen que acostumbrarse al uso de términos administrativos en su actividad, que con frecuencia resultan difíciles de entender.             Esto ocurre con la diferencia entre el  domicilio social y fiscal . Veamos en detalle en qué se diferencian estos dos términos.             Según la Ley de Sociedades de Capital establece que el domicilio social es el lugar donde se desarrolla la actividad y aparece públicamente en el Registro Mercantil. y la Agencia Tributaria, por su parte, indica que el domicilio fiscal es el lugar de referencia para las relaciones con Hacienda y no es de conocimiento público.             La Agencia Tributaria – así como la Seguridad Social – ha de tener c

“Rato y Aznar venían a llevarse maletas llenas de dinero”

De esto no se quiere hablar. Seleccionando las ‘perlas’ de la confesión de Javier de la Rosa Recupero un artículo de hace un par de años, ahora que parece que hay interés en los medios por mostrar alguna de las migajas insustanciales de las ‘cloacas del Estado’. A ver si esos medios o la ‘justicia’ se atreven, aunque sea a destiempo, con esto otro que conocen tan bien. En la grabación (consentida) que se ha hecho pública, y por si coge despistado a alguien, hay que señalar que el exbanquero y ex amigo íntimo de Juan Carlos I, Javier de la Rosa, creía estar haciendo una confesión a un agente de Inteligencia. No es por tanto una de esas conversaciones informales en las que con un par de copas alguien se pueda dejar llevar “demasiado”, si fuera el caso, por los excesos o la fantasía. Y lo que se cuenta es suficiente –insisto, con la plena disposición del protagonista–, para que ahora mismo ya hubiera actuado la fiscalía y se estuviera tomando declaración a un montón de ‘persona

Ya no admite ni ironías, esta España es un desquicie irritante

Algo muy preocupante ocurre en las libertades de un país cuando muere el Fiscal General del Estado y cunde la inquietud por si algún tweet puede acabar con su autor en el juzgado. Posibilidad nada remota dado que la confirman algunas autoridades políticas. A Albert Rivera, García Albiol y el Ministro del interior Juan Ignacio Zoido les faltó el tiempo para tapar bocas avisando que el gran cuñadismo ultra organizado vigilaba las redes. No iba a haber "impunidad para los delitos de odio" anticipaba, textualmente, Zoido, mientras en un chat de policías municipales de Madrid se vertían insultos y amenazas de extrema gravedad hacia la alcaldesa, Manuela Carmena, Pablo Iglesias –convertido ya en un clásico   –  y los periodistas de La Sexta Ana Pastor y Antonio García Ferreras. Extrema, mentar la Matanza de abogados laboristas de Atocha en la Transición para lamentar que la entonces magistrada Carmena no estuviera allí o desearle “una muerte lenta y agónica” es odio recocido e