Sra. Ministra de Hacienda; Sr. Zapatero

Corría el año 1980 que el Gobierno de UCD hizo público el listado de contribuyentes al fisco. La prensa y los poderes fácticos utilizaron a su manera que la banda terrorista ETA había utilizado dicho listado para secuestrar al Sr. Suñer, dueño de Avidesa. Y se acabo la transparencia; desde entonces no sabemos que realmente declaran los españoles.
Somos casi seis millones de contribuyentes de rentas medianas, pensando que el 50% de la recaudación total corresponde a declarantes entre los 21.000 y 60.000 euros; en cambio hay más de quinientos mil ricos que viven blindados contra los impuestos. Se esconden detrás de las SICAV (Sociedades inversoras de capital variable), que solo pagan el 1%; o las rentas por capital que tributan al 18% mientras que las rentas del trabajo lo hacen al 43%. Sin nombrar, con la que está cayendo, el régimen especial de bonificación fiscal a los banqueros y familias que Uds. han concedido.
No tiene sentido la doctrina del caso Suñer; de proteger los datos de los ricos cuando ellos mismos viven en una opulencia de yates, mansiones y aviones privados que son sus mejores signos externos y encantados de salir en las listas de la revista Forbes y la mayoría en el "mueblé" del Bernabeu; es así como se conoce el palco; juegan a ver quien la tiene más larga......la eslora del barco; solo nos falta saber y creo que tenemos derecho a ello, en cuanto contribuyen en su declaración del IRPF.
O resultara como resultó que imputados y sentados en el banquillo nos enteramos que el Sr.Mario Conde o el Sr. Javier de la Rosa su declaración era "na de na".
Sabemos lo que ganan Uds más menos, nos falta saber cuanto tributan, no quiero ni pensar que son libres de impuestos; y los Botin, Fernandez Ordoñez, Pizarro, Faine, Florentino Perez, Miguel Blesa, Rodrigo Rato, Josep Piqué, Fernando Martin, Diaz Ferran;con la que está cayendo y la que ha caído; no me dirá que conocer y saber el cuanto de cada uno tiene su miga y si es banquero o cajero; de caja de ahorros, más; con la inyección, de nuestros impuestos; que se les ha facilitado en forma de crédito por parte de su Gobierno y que ha servido para salvar los negocios, de la mayoria de cotizantes del Ibex 35.
Llamele; credibilidad o llamele vergüenza; al menos que pasen eso la vergüenza correspondiente cuando se sepa lo que cotizan.

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