Democracia, yo sí te creo
El pasado domingo se
preguntaba un medio que no pasa de la C (paradójico siendo dado tan titulado
iletrado a presumir de grandes plumas de medio pelo) que igual RTVE es el nuevo
CIS.
A ello se suma y sigue la descalificación, ninguneo y
desprecio a los testimonios de periodistas por escribir en medios de “izquierdas”,
mientras se dan por buenos bulos y, peor aún, la potestad para generarlos a
todos los que no son notarios de su tiempo.
Solo puedo decir pinturero a
lo Rubens: ¡Bienvenidos! ¡Bienvenidas! a todos y todas las periodistas,
columnistas y opinadores que ahora, desafortunadamente, descubren lo que había
tras las descalificaciones, insultos y agravios que lleva años recibiendo el
presidente del CIS.
Era y es solo eso, acoso e infundios. Lo peor, que es de
izquierdas. Ya con eso, se entiende que ves el mundo al revés del orden natural
que es “militar por supuesto”.
La actividad del CIS, como
ahora los periodistas, sufre un acoso mediático de años con absoluta
desvergüenza metodológica, seguramente registrada como “expectativa de pronto pago por servicios prestados” en el balance
de algún curriculum académico, comercial o mediático.
El dictamen de la comisión del
Senado sobre el CIS, como la sentencia del Fiscal General, ya estaba escrita
antes de comenzar. Es más, cabría pensar que se comienza por el final, como se
verá vista la vista del Fiscal.
Lo cierto es que, parafraseando al Presidente del Senado,
la verdad “les importa tres pollas en
vinagre”. Él sabrá, que lo vive todos los días.
Informadores sensatos asumiendo como información todos los
bulos que los dos primos hermanos, Ignorancia y Opinión, vomitaban por la “Bocca della Verità” de medios
paradójicos como son la sinrazón de “La Razón”, las inmundicias de “El Mundo” o
las astracanadas de “El Español”. Recordemos que el astracán supuso una salida
tras los sainetes.
Durante un tiempo largo la
ofensiva de la derecha y la ultraderecha encontraba escasas resistencias, por
rehuir la mayoría de los medios el cuerpo a cuerpo. Se quejaban de las “fakes
news” y de los “hechos alternativos”,
pero rehuían el “Ronaldos” “Te lo digo a la cara, te lo digo a la cara…”.
Al fin y al cabo, sargento, el
capitán dice que en general es humana la necesidad de hacer buenas migas y “Uf,
vaya lío.
Los amigos de mis enemigos son mis inversores”. Luego
amenazaron con cerrar diarios, amedrentar periodistas…
Pues en eso estamos un 20 de
noviembre. Se enterró a Franco, pero no al estado franquista.
Nadie me responde a la
pregunta, ¿juraron los jueces y fiscales, ya en ejercicio, la Constitución
Española de 1978? ¿Besaron la bandera constitucional los militares? ¿Se le
explicó al poder clerical que el estado ya era laico? ¿Se les informó a los
cuerpos de seguridad del Estado que habían cambiado el temario de acceso?.
Los alabados consensos fueron
en realidad silencios y omisión, disimulos y prudencias.
La transición fue una patada adelante del fascismo para
coger aire. Y están a punto de darnos voladera a los demócratas.
Felipe González dice que
votará en blanco. Existiendo Vox como Fuerza Nueva y un PP cada vez más AP,
está claro y evidente que es coherente hasta el final.
Ya le dio en 1982 un cheque en
blanco, en aquel entonces a los vencedores de ayer para un mañana que es hoy,
sobrepasando todas barreras de la democracia.
Por eso, eso cree Álvarez de Toledo cuando afirma que los
fascistas son los demócratas y los demócratas los fascistas. Es lo que tiene
pintar de blanco una dictadura, que después la repintan de rosa.
La masacre continúa en
Palestina, Ucrania se desangra y Trump sanciona un asesinato con
descuartizamiento diciendo “son cosas que
pasan”. Es lo que tiene lo que viene. Que nos pasará.
Antonio F. Alaminos
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