El PP afea a Rivera su actuación quitando lazos amarillos pero coinciden en su retirada y piden al Ejecutivo que estudie activar el artículo 155 en Catalunya
El PP critica a Ciudadanos
por alimentar la confrontación en Catalunya, mientras Rivera acusa al PP de
asumir el discurso separatista.
Los lazos amarillos siguen ocupando protagonismo en Catalunya
desde que el 16 de octubre de 2017, día en que fueron encarcelados Jordi Sànchez y Jordi Cuixart,
las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium
Cultural pidieron hacer uso de lazos amarillos para reivindicar la
liberación de los políticos catalanes encarcelados.
Lazos amarillos pequeños para llevar en la ropa, lazos
gigantes desplegados en lugares públicos, sillas vacías con lazos, lazos en
vallas, lazos en edificios como ayuntamientos, hospitales, instituciones
públicas, gente vestida de amarillo o agrupada en forma de lazo en
concentraciones…
En definitiva el amarillo
inunda ya Catalunya.
La pasada semana pudimos ver como Rivera e Inés
Arrimadas daban un paso más en el camino de la confrontación y provocación
yendo a quitar lazos amarillos a la población de Alella, uno de los
bastiones del independentismo catalán.
La contestación en las redes sociales tuvo un gran eco,
consiguiendo el HT #RiveraQuitameEste, promovido por la periodista
Cristina Fallarás, llegar a ser incluso TT a nivel mundial.
Twitter se llenó de lazos
amarillos, incluso de tuiter@s que no siendo independentistas consideraban que
la acción de Ciudadanos había sido una clara maniobra provocativa.
El Partido Popular tras la “hazaña” de Rivera, a través de
su vicesecretario de Organización del Partido Popular, Javier Maroto, le
sugirió al presidente de C´s, que si aspira a presidir el Gobierno debería
hacer “algo más” que dejarse fotografiar retirando de una calle catalana unos
lazos amarillos.
Maroto opina que la
incitación de Rivera a que los catalanes sigan su ejemplo no es buena idea,
pues le recordó que no es lo mismo quitar lazos rodeados de cámaras como lo
hizo él y Arrimadas, a que lo hagan ciudadanos de a pie.
En una entrevista en la SER Maroto le dedicó estas palabras: “El político lo que tiene que
hacer es arbitrar las leyes en el parlamento y conseguir que las leyes sean eficaces
para evitar, primero, que se pongan esos lazos si es que están alterando la
convivencia, y para proteger a quienes quitan esos lazos“.
No se sabe si porque el PP realmente piensa que los políticos “deben ser parte de la solución”
como indicó el vicesecretario de Organización, o bien porque buscan
distanciarse de Ciudadanos y cederles el espacio de extrema derecha y centrase
en votantes conservadores de centroderecha, en esta ocasión el PP se ha
posicionado más cerca de postura de la izquierda española sobre el tema de los
“lazos amarillos” en las calles.
Ciudadanos ha respondido al PP acusándoles de “asumir el discurso separatista“.
Según José Manuel
Villegas, secretario general de C´s, este discurso del PP “es lo que les está llevando a
desaparecer y no ser un referente en Cataluña”.
Tanto PSOE como Podemos han descalificado también la retirada de
los lazos amarillos por parte de los dirigentes de Ciudadanos, ya que coinciden
con el PP en que con esa actitud no se buscan soluciones al conflicto de fondo,
tan solo se busca la confrontación.
Por otro lado en lo que sí coinciden Pablo Casado y Albert Rivera,
es en pedir al Ejecutivo de Pedro Sánchez que estudie activar el artículo 155 en
Catalunya, y que actúe para evitar la presencia de lazos amarillos.
Diferencias entre la postura del Defensor
del Pueblo y el Síndic de Greuges de Catalumya sobre los lazos amarillos
El partido de Albert
Rivera hizo llegar una queja al Defensor del Pueblo hace unos días como
consecuencia de la supuesta agresión que sufrió una mujer por retirar lazos
amarillos en el Parc de la Ciutadella, si bien el acusado que fue detenido y
puesto en libertad con cargos, sostiene que lo que hizo fue reprochar a la
pareja que tirara lazos al suelo, ensuciando la vía pública y que no había
ninguna intencionalidad política.
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández
Marugán, ha hecho pública una declaración institucional en la que ha declarado
que “el principio de neutralidad
ideológica propio de una sociedad pluralista es incompatible con la presencia
en los edificios públicos de símbolos de una ideología”, y mostró
su preocupación por el deterioro de la convivencia que a su juicio se está
produciendo en Catalunya.
Así ha reclamado a la Generalitat que retire los lazos de los edificios
públicos.
A continuación el Síndic de Greuges (Síndico de Agravios de
Catalunya), Rafael Ribó, ha reprochado al Defensor del Pueblo que no le
consultara antes de pronunciarse sobre los lazos amarillos, pues debería
haberlo hecho, y además ha rebatido sus declaraciones, valorando que los edificios públicos sí pueden difundir mensajes ideológicos en
determinadas condiciones “como
altavoces para exponer distintos símbolos que se identifican con el apoyo o el
compromiso para la defensa de los derechos fundamentales o de las minorías
vulnerables“.
En definitiva, parece que no hubo diálogo previo entre el Defensor
del Pueblo del Estado y el “Defensor del Pueblo de Catalunya” antes de
pronunciarse sobre los lazos amarillos, lo cual no indica buena “praxis” por
parte de una persona que ocupa tan importante cargo para una Democracia.
Viñeta de Polo
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