Comercio on-line: La UE prohibirá el geobloqueo de las compras por internet
En
unos nueve meses se empezará a aplicar esta medida, que impedirá que los
precios bailen o que te impidan irte de 'shopping' europeo online
El Parlamento Europeo ha aprobado la eliminación de las
barreras a las compras online en la Unión Europea, una medida que está vigente ahora
también conocida como geobloqueo.
Pero hay un pequeño problema, y es
que lo que realmente se ha aprobado no es el fin del geobloqueo como
dan a entender, sino sólo una versión light dirigida únicamente
al comercio online.
El geobloqueo es uno de los temas
que más molesta a los usuarios de internet y a aquellos que eligen mirar
contenido en línea en lugar de sentarse frente a la TV.
Cuando hablamos de geobloqueo nos
referimos a restricciones que impiden que podamos disfrutar de contenido
multimedia en internet. Pueden ser series, películas, música, canales de TV y
otros.
La supresión de obstáculos a las compras
transfronterizas por Internet pondrá
fin a los bloqueos o redirecciones que podían sufrir los consumidores
dependiendo de su país residencia o su localización, pero con algunas
limitaciones.
Vamos a analizar qué supondrá el fin al
geobloqueo en las compras online en Europa.
Hasta ahora, en la UE se aplican
unas restricciones
geográficas en las ventas por Internet, que en ocasiones impiden adquirir productos a los
consumidores de otros países de la Unión o les hacen pagar precios más elevados
por su nacionalidad.
Habitualmente, lo que sucede es que
los usuarios son bloqueados directamente o redirigidos a páginas web locales
donde hay precios diferentes para cada país.
La Oficina Europea de Consumidores (BEUC) lleva varios
años intentando que se derogue el geobloqueo por considerar que se trata de una discriminación, y por fin la votación del Parlamento
Europeo ha acordado poner fin al "bloqueo geográfico injustificado".
Qué es exactamente el geobloqueo
El geobloqueo es el responsable de
que, en función del país donde tu dirección IP
diga que vives, algunos comercios y servicios europeos te
impongan precios diferentes a los de los usuarios locales o directamente te
impidan acceder a determinados contenidos disponibles en otro país europeo.
La Unión Europea terminó hace
bastante tiempo con las fronteras físicas para los ciudadanos comunitarios.
Gracias a esto, puedes comprar cualquier producto en cualquier país europeo sin
necesidad de declarar nada cuando llegues a la frontera.
Sin embargo, el geobloqueo hace
que esos derechos de los ciudadanos europeos no
se apliquen en Internet.
Por poner algunos ejemplos, es por
culpa del bloqueo geográfico que algunas tiendas online te impiden realizar compras cuando detectan tu país, o cuando el precio de un producto sea
diferente para ti que para otro ciudadano europeo que viva en el país de origen
de la tienda online donde lo estás comprando.
También
es el culpable de que en servicios como Netflix haya contenido que sólo se
puede ver en unos países, pero al que no se puede acceder desde otros.
Qué es lo que se ha aprobado hoy
Por mucho que haya dicho el
Parlamento Europeo a la hora de publicar la nueva ley, la eurodiputada del
Partido Pirata Europeo, Julia Reda, ya ha explicado que no estamos ante una abolición del geobloqueo. Lo único
que se ha aprobado es tomar tres pequeñas medidas en esa dirección que se
aplican a tres casos muy concretos.
La primera de estas tres medidas se
aplica a los servicios digitales que no estén
protegidos por derechos de autor.
Esto quiere decir que los servicios
en la nube, los alojamientos de páginas web o los cortafuegos deben ser
accesibles para los clientes de toda Europa, independientemente de cuál sea su
país.
En segundo lugar, los servicios proporcionados en una ubicación física específica
deben estar disponibles para todos por igual. Esto quiere decir que si quieres
alquilar un coche para un viaje a través de Internet, podrás hacerlo desde
cualquier país europeo.
Y por último, los bienes físicos se
te deben vender sin importar de qué estado miembro seas, pero sólo si puedes organizar tú mismo la recogida.
Esto quiere decir que cualquier
tienda online europea deberá venderte sus productos físicos, aunque no estará
obligada a enviártelos a casa.
Vamos,
que podrás comprar electrodomésticos, moda o cosméticos en cualquier tienda
online europea, pero en algunos casos tendrás que pactar con el vendedor el que
te encargues tú mismo de la recogida.
Que es lo que NO se ha aprobado
La regulación excluye completamente el contenido digital multimedia. Esto quiere decir que servicios como Netflix,
Spotify o YouTube podrán seguir bloqueando determinados contenidos en cada país
europeo, y que ni siquiera se verán obligados a que los precios sean los mismos
en toda la Unión Europea.
La propia Julia Reda ha explicado que
ella ha intentado que se incluyan estos contenidos en la legislación, y que
incluso el Parlamento Europeo había votado inicialmente incluir videojuegos,
ebooks y música. Pero finalmente los gobiernos de los estados miembros lo
rechazaron rotundamente.
De hecho, incluso se ha rechazado una prohibición parcial del
geoblocking en los casos en los que los servicios que ofrecen el contenido
tengan el copyright necesario para venderlo en toda Europa.
Parece que finalmente los lobbies de
la industria cinematográfica han sido más fuertes, y han conseguido que la ley
resulte sumamente descafeinada.
El único punto positivo en este
aspecto es que la Comisión Europea se ha comprometido a revisar la Ley para finales del 2020,
momento en el que volverá a ponerse sobre la mesa el incluir en ella el
contenido digital con copyright. Habrá que ver si entonces se consigue una
normativa realmente ambiciosa.
¿Y esto qué significa para
los consumidores?
A partir de su entrada en vigor, los
usuarios podrán acceder a una gama más amplia de productos y servicios en
Internet, pero hay letra pequeña:
hay artículos que no están cubiertos por la normativa a los que se seguirán aplicando
las restricciones.
Otro
punto importante a tener en cuenta es que las empresas vendedoras no
podrán bloquear ni limitar el acceso de los clientes a su interfaz en Internet
por motivos de nacionalidad o lugar de residencia y, en caso de que ocurra,
deberán justificar de forma clara ambos extremos o si redirigen a clientes a
una versión diferente del mismo.
La
nueva regulación prevalecerá como norma general en caso de conflicto con
las normas sobre competencia, aunque queda claro que el derecho de los
proveedores a imponer restricciones de venta no se verá afectado.
La
norma entrará en vigor nueve meses después de su publicación en el Diario
Oficial de la UE, prevista antes de finales de marzo
¿Qué productos seguirán afectados
por el geobloqueo?
Las nuevas normas aprobadas por el
Parlamento Europeo dividen los productos en dos grupos: los que dejan de tener
barreras y los que continuarán afectados por el geobloqueo.
Con la entrada en vigor de
las nuevas medidas, los consumidores podrán comprar sin
restricciones en la UE entradas a espectáculos y parques de ocio, estancias
hoteleras y alquiler de vehículos.
Lo
que no se prohibe es una diferenciación de precios, solo la
discriminación.
De
esta forma, las empresas podrán seguir ofreciendo condiciones generales
diferentes, incluidos precios, en función de grupos de clientes en territorios
específicos.
Por el contrario, los artículos a
los que se seguirá aplicando el bloqueo geográfico son todos aquellos
protegidos por derechos de autor, como libros electrónicos, música o videojuegos.
Además, también quedan fuera los servicios
audiovisuales o de transporte. Se ha incluido una cláusula de revisión que obliga a
revisar dentro de dos años si estos contenidos tienen que seguir sujetos a
bloqueo.
¿Cuáles serán las nuevas condiciones
de venta por Internet en la UE?
Cuando la nueva normativa entre en
vigor, lo que se espera que suceda hacia finales de 2018 (nueve meses después de
su publicación en el Diario Oficial de la UE), los vendedores europeos deberán tratar a los
consumidores de otros países de la Unión de igual forma que a los consumidores
locales en
los siguientes casos:
·
Adquisición de bienes cuando
la entrega al cliente tenga lugar en un país miembro donde el comerciante venda
o distribuya en condiciones generales. También podrá ofrecer puntos de recogida
pactados.
·
Servicios proporcionados a través de
Internet que no estén protegidos por derechos de
autor.
·
Servicios facilitados en las instalaciones
del proveedor o en una localización en la que
opera, por ejemplo estancias hoteleras, alquiler de vehículos, entradas para
eventos deportivos, etc.
Además, también estará prohibido
hacer distinciones por el lugar de emisión de la tarjeta bancaria.
Eso
sí, los métodos de pago aceptados continúan siendo una decisión del vendedor.
Electrónica, moda y
ocio, libres del bloqueo
En
unos nueve meses, de
cara a las próximas Navidades,
se empezará a aplicar esta medida, que impedirá que los precios bailen o que te
impidan irte de 'shopping' europeo para adquirir productos como electrodomésticos, productos de
electrónica, moda y cosméticos.
Esto no quiere decir que cualquier
tienda de Lituania esté obligada a enviarte a casa lo que tú quieras si no
ofrece este servicio, pero sí que podrás hacer la compra y ver cómo te las
arreglas para recogerla o pactar una entrega ad hoc con el vendedor.
También se podrá disfrutar con más
libertad de servicios proporcionados a través de internet y que no estén
protegidos por derechos de autor, como los servicios en la nube, los
cortafuegos, el almacenamiento de datos o alojamiento de páginas web.
El
ocio, hasta ahora también terreno pantanoso, deberá también estar exento de
geobloqueo. Aquí la oferta es varia e incluye desde
estancias en hoteles a entradas a estadios o espectáculos, pasando por el alquiler de
vehículos.
Tu
gozo en un pozo: Netflix seguirá siendo nacional
Decíamos
que Bruselas ha ganado una batalla, pero no la guerra.
Y eso se debe a que los contenidos
digitales protegidos por derechos de autor -libros electrónicos, música,
videojuegos, películas, retransmisiones de partidos, series…- no están
incluidos en la nueva normativa.
También se excluyen los servicios de
transporte, salud, sociales, financieros y audiovisuales
Esta
delicada línea roja no ha sido cruzada aún, pero la Eurocámara ha pedido que en
dos años la Comisión evalúe si puede dar pasos en ese sentido. El geobloqueo se queda, de momento, en
una buena noticia a medias.
Punto débil: las
sanciones en manos de los Gobiernos
Otro
punto clave es que la legislación no
prevé sanciones, ni medidas concretas en caso de incumplimiento. ¿Por
qué?
Porque se ha decidido incluirla bajo
el paraguas de las normativas europeas de protección de los consumidores, en la
que la parte de hacer cumplir la ley queda en
manos de las autoridades nacionales.
Un punto que permite una mayor
flexibilidad a los países, pero que también hace que aumente el riesgo de que se mire hacia otro lado.
“La
cuestión de la aplicación de las normas siempre es un problema, por ello es muy
importante que los países pongan ahora su energía en comprobar que se cumple”.
Las
organizaciones de consumidores podrán denunciar
los casos que sean detectados, pero quedará en manos de cada
autoridad nacional decidir qué castigo aplicar a los incumplidores.
Una medida claramente insuficiente
Europa lleva persiguiendo desde 2015 la
idea de crear un "Mercado Único Digital", un movimiento para que
todos los ciudadanos europeos puedan acceder a los mismos contenidos online sin
sufrir ningún tipo de discriminación por el país en el que residen.
La primera medida en esta dirección
fue la aprobación del roaming de
contenidos.
Con él, cuando viajes por países
miembros de la Unión Europea podrás seguir disfrutando de Netflix, HBO España,
Movistar+, Spotify y cualquier otro servicio que pagas
y utilizas en tu país original.
Vamos, que los bloqueos geográficos
seguían existiendo, pero por lo menos dejarías de sufrirlos en los servicios
que ya estás pagando.
La Ley aprobada hoy estaba llamada a
ser un nuevo paso adelante en esa misma dirección.
Sin embargo todo se ha quedado en
buenas intenciones, ya que las medidas sólo afectan a servicios concretos.
Incluso en las compras online, el
geobloqueo sólo se suprime si puedes encargarte de la
recogida de los productos físicos que no se envíen a tu
país, algo bastante complicado que al final sólo desalentará a los usuarios, y
hará que todo se quede como estaba.
Pero incluso si eso se hubiera hecho
mejor, seguiríamos sin poder hablar del fin del geobloqueo, ya que para que
este sea una realidad también habría que aplicársele al contenido multimedia
con copyright, como el cine, la música online, los ebooks y a los videojuegos.
Se
ha intentado hacer parcialmente y no se ha conseguido, o sea que sólo nos queda esperar otros dos años para ver si en
la revisión prometida para 2020 se consigue realmente algo más rotundo.
Por qué se restringe el acceso al contenido
Las razones son muchas, pero, principalmente, la censura
en internet se debe a temas de derechos de transmisión, permisos y
exclusividad. Seguramente, alguna vez
has querido mirar un evento deportivo de otra región y no encuentras dónde
puedes verlo sin interrupciones.
Usualmente, eso que quieres mirar no
se emite en tu país porque no tienen los derechos y te tienes que conformar con
recurrir a sitios llenos de publicidad molesta y de mala calidad.
Además, existen países, como China,
que restringen el acceso a gran parte del contenido en línea que está
disponible en todo el mundo por diferentes motivos.
Cómo saben dónde te encuentras
Te preguntarás cómo saben esos sitios web dónde estás
ubicado ¿verdad?
Es muy simple, tu dirección IP, es
decir, la identificación de tu ordenador es la culpable.
El Protocolo de Internet permite
conocer en qué lugar del mundo te encuentras. Son direcciones asignadas a los
ISP en bloque.
Los
ISP le asignan una dirección IP a sus clientes y, de esta manera, todos los
ordenadores conectados a internet tienen su identificación.
Cómo se usa el geobloqueo
Existen muchas formas de restringir la transmisión de
contenido según la región.
Básicamente, cuando hagas una
petición para mirar un contenido que en tu región esté bloqueado, no será
autorizado.
Las Medidas Tecnológicas de
Protección (TPM) son los procedimientos que se utilizan para el geobloqueo y se
trata de un sistema para restringir el contenido protegido por las normas PI.
Es prácticamente el mismo método al
de derechos de autor de cualquier obra. Por otro lado, si el contenido no tiene
geobloqueo, se enviará desde un nodo cercano de la red de distribución
Los productores cinematográficos
usan el bloqueo geográfico consistentemente cuando producen y venden sus
películas en DVD.
Medidas de Protección Tecnológica
(TPM) en la forma de código regional en cada DVD lo cual previene que sea
reproducido en ciertas ubicaciones.
Esta forma de geobloqueo permite que
Hollywood tenga control del mercado global.
Ellos pueden lanzar un mercado a la
vez y maximizar los efectos de una campaña promocional a nivel mundial.
Los
administradores de páginas webs como Netflix, BBC’s iplayer, Hulu, y YouTube
también usan en gran manera.
Ellos usan geobloqueos para prevenir
que las audiencias fuera de UK, USA, y no vean su contenido.
Estos proveedores tienen ciertos
derechos. Limitación de licencia es la principal razón por la cual ellos
bloquean tu región o área.
Fuera
de estos grandes reproductores, varios negocios en línea como servicios de
apuestas también usan geobloqueos para restringir sus servicios a los países
que ellos no pueden operar legalmente.
Uno de los usos de geobloqueo, lo
cual ha causado asombro, es la manera en que los distribuidores minoristas usan
el geobloqueo para cobrar diferentemente, dependiendo de su ubicación. Esto
permite que ocurra una forma de discriminación.
Con
este marco normativo, se eliminan las barreras actuales al comercio electrónico
al garantizar que se evite la discriminación entre consumidores por motivos de
nacionalidad, lugar de residencia o de establecimiento.
No
obstante, servicios como la música en streaming, los libros
electrónicos, los juegos en línea y software, quedan excluidos de momento de la
normativa, lo cual será revisado por la Comisión Europea en un plazo
de dos años tras evaluar el impacto de las nuevas normas en el mercado
interior, una vez entren en vigor.
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