Silvia Orriols, la mujer que puede cambiar el mapa político catalán.
Tiene 40 años, estudió Biblioeconomía y Documentación, no está casada pero sí emparejada desde hace 23 años con el padre de sus cinco hijos, cuatro chicas y un chico.
Independentista
acérrima, es alcaldesa de Ripoll desde 2023, y cuenta con un escaño en el
Parlamento catalán. Se llama Silvia Orriols y puede cambiar el mapa político
catalán.
Días
atrás, un periodista catalán acudió a una cena de amigos y compañeros, la
mayoría de ellos de izquierdas, como él mismo. En la sobremesa, hablaron de la
situación política. Ante su estupor, comprendió que eran ciertos los rumores
que le llegaban desde hacía tiempo.
Entre los asistentes, dos que formaban parte de
los votantes acérrimos de ERC confesaron que en las próximas elecciones
catalanas pensaba votar a Aliança Catalana, el partido creado por Silvia
Orriols.
Otros
dos, de Junts, confesaron lo mismo, y uno del PSC reconoció que se lo estaba
pensando. Recordatorio: Silvia Orriols es acérrima independentista, y abraza
sin complejos las causas de la ultraderecha, la derecha más radical. Sin
embargo, su capacidad de atracción alcanza a la izquierda.
Los sondeos coinciden en que Aliança Catalana
podría pasar de 2 a 19 escaños, uno menos que ERC y que Junts
Los
últimos sondeos, publicados por La Vanguardia y CEO (el CIS catalán) coinciden
en que Aliança Catalana podría pasar de 2 a 19 escaños, uno menos que ERC y que
Junts. El partido de Puigdemont se deja 14 escaños en el camino. Vox sube 5 o 6
escaños, aunque por detrás de AC de Orriols; el PP prácticamente repite el
número de escaños y el PSC perdería 4 o 5 escaños.
La
ultraderecha se hace muy presente, pero el avance más espectacular es el de
Orriols y su Aliança Catalana.
Su
hombre actual de confianza es un primo del ex presidente de la Generalitat Pere
Aragonés, que siempre se movió en los círculos de la extrema derecha. Acaba de
“fichar” para llevar la comunicación del partido a un conocido periodista de
TV3, Eduard Berraondo, y también se ha incorporado a AC al conocido cómico
antiespañolista Toni Albá, que hace unas semanas se alegró del fallecimiento
del expresidente socialista de Aragón Javier Lambá.
Orriols
pesca echa el anzuelo en muy diferentes aguas, siempre con éxito. Eso explica
su crecimiento, que hoy es el asombro del mundo político de Cataluña.
Islamofobia sin complejos
Sus
fobias las reparte por igual entre España y los musulmanes. Es la única
política catalana que se niega a pronunciar una palabra en castellano, incluso
cuando le hacen entrevistas para un medio nacional o de cualquier otra parte de
España.
Se
expresa siempre en catalán y no hace excepciones. Su visceralidad contra los
musulmanes se fraguó en Ripoll, una ciudad de 10 mil habitantes de Gerona con
un 15 por ciento de población musulmana muy reivindicativa. Tanto, que un
sector de la población aboga por restringir algunos de sus hábitos, y la
alcaldesa anunció que prohibiría el uso del velo en locales municipales y
escuelas públicas. Finalmente se vio obligada a retirar esa prohibición porque
se anunciaban movilizaciones promovidas por los ciudadanos musulmanes que
podían provocar enfrentamientos de imprevisibles consecuencias.
Sin
embargo, fiel a sus principios que incluyen vincular delincuencia con la
inmigración de origen musulmán, mantiene Orriols la prohibición de comprar
alcohol o tabaco a partir de las 22 horas, porque los considera hábitos que
pueden conducir a desórdenes públicos.
Su
obsesión por mantener las calles de Ripoll libres de conflictos y garantizar la
seguridad a cualquier precio, la impulsa a tomar medidas que ningún otro
alcalde se atrevería a tomar por miedo a ser acusado de xenofobia. Silvia
Orriols sin embargo hace alarde de su escaso aprecio al mundo musulmán. O nulo
aprecio.
En
agosto de 2017, Cataluña sufrió el atentado más brutal de la historia reciente
de España no vinculado con ETA: se produjo en Las Ramblas de Barcelona y en
Cambrils, con el resultado de 24 muertos y más de 150 heridos.
El inductor del atentado fue el imán de Ripoll,
y Silvia Orriols repite con frecuencia que no puede olvidar que el atentado se
preparó en su ciudad.
Allí
convivían varios musulmanes en una casa en la que guardaban todo el material
explosivo, y ninguno de los implicados dedicó el menor pensamiento a los
ciudadanos que iban a morir en el ataque con coches bomba y las armas blancas
que estaban manejando.
El futuro de Cataluña que busca Orriols
Silvia
Orriols ha encontrado el punto a una población catalana que lleva años
sufriendo el desafecto del resto de España. Parte de esa población es sensible
a ese desafecto, aunque otra la promueve llevado por sus ansias
independentistas.
Más
allá hay un hecho real que conocen los catalanes mejor que nadie: Cataluña ha
perdido peso económico, algunos de los emprendedores más brillantes y
profundamente catalanes han decidido buscar nuevas sedes.
Barcelona, la ciudad más europeísta de España a
finales del siglo XX, más de vanguardia y más innovadora se encuentra en franco
declive, y su imagen internacional, a la que contribuye la vergüenza de un ex
presidente de gobierno fugado de la Justicia, ha decaído sensiblemente.
Han
cerrado miles de pequeños negocios, y Barcelona ya no es la capital de las
grandes oportunidades.
Jordi Pujol, cuando era presidente de la
Generalitat y promovía un nacionalismo inteligente, no excluyente, tenía una
posición muy clara respecto a la inmigración que empezaba a ser invasiva.
Mientras en el resto de España preferían
inmigrantes latinoamericanos porque se integraban mejor, compartían lengua,
cultura y tradiciones con los ciudadanos con los que tendrían que convivir, él
prefería que Cataluña fuera tierra de acogida de inmigrantes musulmanes.
Y
lo explicaba a quien quería escucharle: no sabían español cuando llegaban a
España, y en su afán de adaptarse cuanto antes a su nuevo país para encontrar
trabajo y salir de la miseria, aceptaban las facilidades del gobierno
autonómico para aprender rápidamente catalán.
Se llegó así a un escenario de creciente
población musulmana que hablaba árabe y catalán, pero no castellano. Y que
gradualmente iba construyendo guetos en los que se relacionaban fundamentalmente
entre ellos y no con catalanes de origen e inmigrantes llegados de otras
regiones españolas. Coincidía aquella situación con una crisis mundial
provocada en gran parte por atentados tan brutales como los de Nueva York,
Madrid o Londres, y con una red perfectamente organizada vía internet para
captar nuevos miembros para sumarme a la lucha yihadista.
Durante
un tiempo Cataluña fue el principal foco del yihadismo en España, junto a las
ciudades marroquíes cercanas a Ceuta y Melilla.
En
ese ambiente creció Silvia Orriols y se gestó su profundo anti islamismo. Con
el tiempo, dio con la tecla necesaria para convertirse en una líder política en
apenas dos años de actividad como alcaldesa y parlamentaria.
Tanto,
que ha atraído para Aliança Catalana a votantes tradicionalmente de derechas,
de centro y de izquierdas, a los que separa todo entre sí, y une el respaldo a
una dirigente política que es más independentista y antiespañola que nadie, y
que no tiene complejo de ser más antiinmigrantes y antimusulmanes que nadie,
con la bandera de que así lucha contra la inseguridad aunque sea a costa de
faltar el respeto a los derechos ciudadanos, iguales ante la Ley sea cual sea
su origen, religión o color de piel.
Ante las próximas elecciones, nadie duda de que
Silvia Orriols y su Aliança Catalana van a protagonizar el Gran Cambio en
Cataluña y mandarán a casa a una buena parte de las figuras políticas actuales.
Pilar Cernuda
Pilar García-Cernuda Lago (Santiago de
Compostela, 1948), conocida profesionalmente como Pilar Cernuda, es una
periodista española, hija del dirigente de Falange Española José María
García-Cernuda Calleja y bisnieta del escritor Saturnino Calleja.

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