Carta abierta al Sr Alfonso Guerra sobre la enseñanza del odio en Catalunya
Sr Alfonso Guerra, Después de ver en TV su intervención en una radio estatal, quiero dirigirme a Vd. como catalana y como profesional de la psicología clínica infanto-juvenil que durante muchos años se ha dedicado a entender el mundo emocional de los niños y seguir muy de cerca su aprendizaje y evolución. En mi trabajo, desde hace mas de 40 años, en un CSMIJ (centro de salud mental infanto-juvenil) he tenido la oportunidad de colaborar estrechamente con escuelas públicas y concertadas de la ciudad de Barcelona, así como con los equipos de atención psicopedagógica (EAP) y le puedo asegurar con total rotundidad que en Cataluña se enseña el currículum adecuado a cada edad, pero sobretodo se enseña a amar a Cataluña, jamás a odiar a España. Seguro que Vd. es conocedor que el ser humano aprende en la escuela, pero sobretodo aprende de la familia y de la calle. Cuando esos españoles tan patriotas despiden a la Guardia Civil con frases como “a por ellos”, están dando la gran clase magistral de odio hacia los catalanes. Los niños, quizás no entiendan lo que está pasando, pero ven a sus padres, abuelos, tías y vecinos vociferar ”a por ellos”. En sus mentes aún frágiles empieza a forjarse la idea de que los catalanes deben ser muy malos que hay que ir por ellos. Así, Sr Guerra, nace el odio, pero el odio de Vds. hacia nosotros, los catalanes. No al revés. Pero sigamos, llega la Guardia Civil a Cataluña y se encuentra con un pueblo pacífico que sólo quiere votar y arremeten brutalmente contra él. Rompen mobiliario, destrozan puertas de acceso, se aporrea a abuelos, ancianas, se tira por el suelo a mucha gente joven y a una de ellas le rompen tres dedos uno a uno.. Que le voy a contar!! Vd. Ya lo debe saber, lo habrá visto, aunque en las TV españolas no han salido esas imágenes, sólo las que les han interesado mostrar. En el caso de que no las haya visto, muy amablemente se les puedo facilitar. Las tengo casi todas. Pero sigamos con el aprendizaje del odio. Cuando el día termina, esos guardias civiles celebran por todo lo alto su hazaña, alteran el orden público increpando a gente buena que sólo toma un café en una terraza, además echan por el balcón del hotel donde están alojados botellas llenas de orina contra aquellos que están en la calle gritando que se vayan. Pero no por ser Guardia civiles, sino por alterar el orden público; si hubieran sido hooligans ingleses igualmente les hubiéramos echado. Esto no es producto de mi imaginación, está denunciado, si es que se avienen a aceptar denuncias o prefieren decir que es un tema del 0,001 por ciento de afectados. ¿Que aprenden de todo esto los niños españoles?, pues que el Sr ministro Zoido viene a darles las gracias “felicidades por vuestro comportamiento” y estos guardias civiles, que muchos tendrán hijos, regresaran a sus casas con orgullo, enseñando a sus hijos que el odio y la violencia tiene premio. Así Sr Guerra se hace la escuela del odio, así enseñan Vds. en las calles españolas a los futuros españoles para que sigan odiando a lo catalanes. ¿Y en su entrevista hablaba de odio? ¿supongo que se referiría al suyo?. Que tenga un buen día. Ah! Y estoy a su disposición por si quiere intercambiar amablemente sobre educación, aprendizaje y emoción. De otras cosas no sé mucho, pero de eso creo que entiendo un poco. Rosa Agulló Gasull Dra. en Psicología i Psicóloga clínica |
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