La soledad del empresario
Hace tan sólo unos días tuve la oportunidad de apreciar de primera mano la soledad del empresario, aunque desde perspectivas radicalmente distintas. En la misma semana mantuve dos largas y profundas conversaciones con sendas personas, embarcadas en cuerpo y alma en sus proyectos empresariales, pero en situaciones vitales muy diferentes, y por supuesto, tomando un café. Se trataba, por un lado, de una mujer emprendedora joven con lo que todavía no es más que una idea, a pesar de que lleva estudiándola muchos meses, después de haber quemado las naves del trabajo por cuenta ajena. Mi otro interlocutor era un empresario de más de 60 años, con toda una vida (¡casi 50 años!) dedicada a su proyecto empresarial. Dos realidades muy diferentes, pero con el nexo de union del espiritu empresarial, de los sueños que quieren hacerse realidad y, sobretodo, de la soledad del empresario/emprendedor, A ella quise dejarle claro que lo que necesitaba era pasar a la acción inmediatamente, pero por sí