Hacienda saca partido de los "chivatazos"
El Estado no recompensa al delator, cuyo móvil más frecuente suele ser la “venganza”.
La Agencia Tributaria recibió el pasado año 12.555 ‘chivatazos’ realizados por contribuyentes sobre actuaciones de fraude fiscal, lo que representa un incremento del 26,8% respecto a 2015, que han contribuido a que Hacienda incoara actas de inspección por un montante de más de 116 millones de euros, según datos de este organismo tributario.
El registro supone un incremento del 26,8% con respecto al ejercicio anterior, según la actualización de los datos de Hacienda.
Estos datos demuestran que año a año crece la conciencia fiscal de los españoles, que cada vez en mayor número acuden a la Agencia Tributaria para denunciar prácticas tributarias fraudulentas. En los últimos cinco años (2012-2016) ya suman más de 50.000 las denuncias tributarias generales presentadas y cargadas al plan de inspección.
Así, en entre 2012 y 2016, el importe conjunto de las actas incoadas por Hacienda tras una denuncia tributaria alcanza casi los 500 millones de euros.
Además de las denuncias tributarias generales, los ‘soplos’ de los contribuyentes por pagos en efectivo superiores al límite máximo de 2.500 euros, que son cifras distintas y adicionales a las anteriores, alcanzaron los 7.263 en 2016, lo que representa un incremento del 19,3% respecto al año anterior.
La limitación de pagos en efectivo de más de 2.500 euros es una de las medidas incluidas en la ley antifraude fiscal aprobada por el Gobierno en 2012 y afecta a operaciones en las que al menos una de las partes sea un profesional, autónomo o empresario, con la finalidad de limitar el dinero negro y la economía sumergida.
El Gobierno ha anunciado que rebajará este límite a 1.000 euros, aunque aún no hay fecha de cuándo se hará.
Más soplos por dinero negro
Además de todas las denuncias generales que le llegan a Hacienda periódicamente, la Agencia Tributaria también contabiliza lo que denomina “soplos” con los que averigua cómo determinados ciudadanos realizan pagos en efectivo superiores al máximo legal, establecido en 2.500 euros por operación.
El año pasado, este tipo de chivatazos superaron los 7.263, lo que supuso un incremento del 19,3% con respecto al ejercicio anterior.
Si se tienen en cuenta los datos de este tipo de confidentes ligados a las operaciones en metálico desde que se puso en marcha la limitación a los 2.500 euros en 2013, Hacienda ha recibido 21.200 denuncias.
En el primer ejercicio en el que se activó esta iniciativa tributaria, los soplos superaron los 3.100 casos, mientras que se elevaron a 4.764 en 2014 y consiguieron alcanzar los 6.000 en el año siguiente. En total, en estos cuatro ejercicios, el incremento ha sido del 130%.
En muchas ocasiones estás delaciones se producen por la desconfianza entre las partes, según explican en Hacienda. El Gobierno estableció una sanción del 25% del importe de la operación para quienes incumplan la limitación.
La cuantía será pagada de forma solidaria entre ambas partes.
No obstante, si una de las partes denuncia el pago antes de que transcurran tres meses desde que se realizó quedará exento de la multa.
Este sistema provoca que en algunos contribuyentes se decidan a denunciar en cuanto noten el aliento del fisco sobre sus negocios o sus cuentas. Pero en otros casos, las denuncias proceden de terceros: Generalmente registradores, notarios o abogados que interceden entre las partes y cuando ven la infracción deciden denunciarlo.
Despedidos que se ‘vengan’ de los ERE
Uno de los perfiles más activos en la denuncia de fraudes fiscales y laborales ante la Agencia Tributaria está siendo el de personas afectadas por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Explican, concretamente, el caso de empleados que han tenido puestos de responsabilidad en la contabilidad de una empresa, de la que se han visto forzados a salir por la crisis, que poseen información privilegiada y se aprovechan de eso para vengarse por el despido.
Muchas compañías no toman medidas previas, ni modifican las claves de sus archivos informáticos, lo que permite a estos ex trabajadores ‘delatar’ a la empresa ante Hacienda, por ejemplo, por la existencia de una contabilidad B.
Es, precisamente, el caso que más se repite, según destacan las fuentes consultadas.
Negocios competidores en una misma zona
Otro perfil de demandante que ha descubierto la Agencia Tributaria en los últimos meses, y del que se está aprovechando, es el de propietarios de negocios que compiten en una misma zona.
Están recibiendo numerosas denuncias de pequeños empresarios y autónomos, que ‘delatan’ las prácticas irregulares de negocios competidores.
Los ‘chivatazos’ se relacionan con la caída del consumo, que está llevando a la asfixia financiera a estos negocios. Buscan eliminar competencia denunciando un presunto fraude.
También las rencillas y enfrentamientos entre particulares han disparado las denuncias por fraude fiscal a Hacienda. Se producen, por ejemplo, entre vecinos o incluso familiares que no mantienen una buena relación.
Presentación telemática
Los contribuyentes no necesitan acudir a una oficina de la Agencia Tributaria para notificar la denuncia, sino que pueden hacerlo a través de la web del organismo.
Para ello, encuentran dos posibilidades: presentar una denuncia tributaria general, que puede hacer identificándose o no, o realizar una denuncia por pagos en efectivo, en cuyo caso tanto el denunciante como el denunciado deben estar correctamente identificados.
Si la denuncia es de carácter general, la Agencia Tributaria ha mejorado recientemente el sistema para que el contribuyente elija entre cinco opciones diferentes, que marcan a su vez las prioridades de Hacienda en la lucha contra el fraude:
.- Denuncia ordinaria,
.- Denuncia de facturas no declaradas,
.- Denuncia de software de ocultación de ventas, o software “pirata”
.- Denuncia de comercio electrónico y fraude web
.- Y denuncia de alquiler de inmuebles. (Aquí además, mucha gente dice es de palabra el contrato; pero el inquilino hace la declaración de renta y lo pone como su domicilio; mas fácil imposible).
La Agencia Tributaria visitó 7.410 viviendas para controlar los alquileres.
El fisco detectó fraudes en 2.567 comunidades de vecinos
Los funcionarios también realizaron otras 2.125 visitas a arrendamientos vacacionales no declarados. En este caso se sirven de las páginas web que anuncian este tipo de apartamentos para seleccionar los posibles fraudes.
En las zonas turísticas, empleados del fisco preguntan a los padres de los alumnos a las puertas de los colegios para comprobar su lugar de residencia. Hacienda abrió durante el año pasado 145 casos en los que detectó extranjeros, que habían comunicado a la autoridad fiscal de su país de origen el traslado de su residencia a España, sin embargo, en España estaban tributando como no residentes, por lo que pagan menos.
La denuncia deberá contener el mayor número de datos conocidos que sean necesarios para la identificación, por el órgano inspector, de las personas denunciadas, tales como nombre y dos apellidos o denominación social en el caso de empresas, NIF, domicilio, razón social, etc.
Además, se deberá acompañar de la documentación de que se disponga para acreditar los posibles hechos fraudulentos o prácticas ocultas al fisco.
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