La propuesta para los herejes catalanes y los quemadores del Santo oficio


Si pudiésemos viajar en el tiempo, nos encontraríamos con el fundamentalismo cristiano medieval, de la arcaica iglesia, y podríamos deducir que todo el poder, sea cuál fuere, siempre establece formas y maneras de perpetuarse.
En aquellos tiempos, andaba el Santo Oficio corto de herejes a los que chamuscar, de manera que los obispos empezaron a conceder audiencias a los buenos cristianos que deseaban colaborar con la fe, delatando a feligreses sospechosos de herejía.
En contrapartida obtenían toda clase de favores del Santo Oficio.
Algo muy parecido a tener como confidente de la inteligencia española a Abdelbalki
Es Satty, y haberle buscado un trabajo, y un arraigo social al mismísimo Imán de Ripoll, con un puesto de trabajo excelente y adecuado para radicalizar jóvenes. De sus logros como confidente, nada sabemos, las tareas como confidente del CNI sólo lograron esculpir al autor intelectual de los atentados en Cataluña.
El Imán, cuyo trabajo debía de ser espiar células yihadistas. Y nada más.
Como confidente debía de estar en nómina, y como trabajador del CNI fue cuidado y protegido por el servicio de inteligencia.
Se pudo haber evitado, dado que cuando ofreces trabajo y puede que dinero a un narcotraficante islamita radical, cuando escuchas sus conversaciones probablemente radicales, algo debes sospechar, él reclutaba yihadistas fundamentalistas.
Visto lo sucedido, el CNI no mostró demasiada inteligencia, estuvieron algo obtusos ante la realidad.
La Santa Inquisición libró a España de los conversos gracias a la alianza que España hizo con el omnipotente. Se fraguó la teoría del Honor de Dios.
España estaba aliada con el altísimo por un pacto, Dios otorgaba poder y riquezas al Reino (gracias a las Américas) y a cambio España era el pueblo elegido, pero el Reino debía comportarse como un gendarme vigilante contra los ataques a la religión católica.
Los internos y los extranjeros, pero sobre todo contra los judíos, que aunque ya fuesen conversos se decía que seguían con su sangre maldita.
El gran escritor histórico, Juan Eslava Galán dice que ese método de obtención de herejes, (la denuncia entre vecinos) hubo que cambiarlo, desde el Edicto de Verona (1184) ya que la delación de herejes no funcionaba, los vecinos no se denunciaban entre sí, la Inquisición Medieval aumentó la apuesta, estableció en el Concilio de Narbona (1227) que en las parroquias hubiese testigos espías de las desviaciones doctrinales. (Testes Synodales)
Tampoco dio resultado.
De hecho, que un individuo denunciase el robo de una oveja, que removiese cielo y tierra por su oveja se consideraba normal, pero lo de denunciar a un vecino por “sospecha de herejía” eso no lo veían tan claro los feligreses.
Que aunque hubiesen pasado 800 años, la gente conservaba integra su materia gris.
Sin embargo la Iglesia necesitaba herejes, de modo que idearon una figura desconocida en el derecho romano: la acusación por autoridad.
Al Obispo le correspondía interrogar a los acusados de herejía, “Inquisitio” o pesquisa, perseguirles para salvar su alma, arruinarles y condenarlos a muerte.
Muchos obispos eran ignorantes y no supieron como “servir a la Santa Madre Inquisición”- Su labor policíaca progresó poco.
Conocemos la acusación por autoridad es exactamente el hecho de que la palabra de un policia vale más que la de otro ciudadano.
Así se llama ahora, valor probatorio o presunción de veracidad.
Y es mucho más importante que la presunción de inocencia, de hecho, 2 años de cárcel y exilio más importante. Véase la pifia hecha con Sandro Rosell.
Y se alucinará con la pifia de los presos políticos y exiliados catalanes.
Siguiendo con las metáforas del medievo, las herejías aumentaban, los cátaros, movimiento de tipo gnóstico y maniqueista del siglo XI que estaban protegidos por la Corona de Aragón infectaban el sur de Francia.
Tal y como ha bautizado Borrell al independentismo que infecta Catalunya, pues lo mismo, y ¿Qué era lo terrible de los Cátaros? No es que no abrazasen la religión católica, esa era la excusa, el grave asunto es que no pagaban los DIEZMOS…
El Santo Oficio puede que empezase a churrascar vecinos por el delirio de cumplir las exigencias de tener un espíritu limpio, pero carbonizaba a todas las personas cuya inteligencia aportaba modernismo y lógica a la sociedad.
Y a los que no pagaban diezmos.
La Inquisición empezó a necesitar cruzados, (moneda del S-XVII) empezaron a recaudar por todo, en plan, si pagas te reduzco la pena, esas penitencias quedaran abonadas si ingresas al fisco, el destierro si no te interesa, le ofreces quinientos cruzados al gobierno y no deberás irte.
Tal cual, podías comprar la libertad porque las arcas del Reino iban mal. Como si Puigdemont pudiese ofrecer millones de euros, ¿le ofrecerían la libertad enseguida?.
Yo creo que sí.
Que si Cataluña quiere la libertad de España deberá comprarla. Y digo yo, ¿Cuánto nos costaría?
Y me respondo.
Muchísimo ahora, porque el Rey recibía y recibe su autoridad directamente de Diós, si se atentaba contra la Iglesia, salía la Santa Inquisición y había condena vía herejía, porque estaban unidos, pero si se atentaba contra el orden civil, casi lo mismo.
Al territio de torturas medievales.
Visto actualmente, la persona que no es monárquica es un hereje. O sea, 48 millones que estamos gritando juntos y al unísono, “Viva el Rey, viva el orden y la ley”. Porque no nos queda otra.
Uno de los últimos ahorcados por la Santa Inquisición se llamaba Cayetano Ripoll, fue un ex-estudiante de teología que pasó un largo cautiverio en Francia donde conoció a Rousseau y abrazó el deísmo naturalista junto con el agnosticismo.
De vuelta a España se hizo maestro en Huerta de Ruzafa (Valencia) y aplicó los métodos de Rousseau, negándose a enseñar el catecismo.
Conclusión del Santo Oficio hace sólo 195 años, ahorcó a un intelectual por hereje.
En el 1824 (S.XIX) le condenaron a la pena de la horca, le confiscaron todos los bienes y la quema fue simbólica y kafkiana, pintaron varias llamas en un cubo que situaron cerca del hereje.
En el S. XIX no los calcinaban, pero lo del cubo con graffiti… me entraría la risa, de no ser porque los inquisidores eran los reyes de la tortura y la muerte por abrasamiento.
Los quemaderos de la inquisición se construían a unos 3 kilómetros en las afueras , más que nada porque al vecindario le molestaba el olor a carne humana churrascada, el de Mallorca, tenía 25 postes, en los que se quemaron a decenas de intelectuales y conversos, en el 1678.
Vamos que la guerra dels Segadors del 1714 fue una catástrofe, pero Mallorca no lo pasó mejor, los absolutistas tejieron una trama de poder junto a la iglesia que fue estremecedora.
Es horripilante imaginar esos postes con seres humanos ardiendo… Felipe IV y el Conde Duque de Olivares organizaron una autentica “Hacienda somos todos” con los quemaderos.
La monarquía protegía a los conversos que pagaban cruzados al fisco para no ser rustidos y también les facilitaba la libre circulación entre España y Portugal. Cuando las compensaciones económicas no aplacaban la sed del Santo Oficio morías achicharrado o podías exiliarte.
Como el estado estaba en quiebra (Apenas llegaba oro y plata de las colonias americanas) se relajaron los sacrificios espirituales.
Se puso precio a los azotes, a los destierros, a los ayunos y a las penitencias.
El mismo Felipe IV encendió un haz de leña para mostrar su connivencia con la Santa Inquisición.
Aconteció en 1834 que las presiones europeas influyeron en La Reina Maria Cristina de Borbón que terminó con un decreto los crímenes del Santo Oficio.
Había nacido el consejo de ministros, el parlamentarismo y la “separación de poderes”.
Aunque continuaban colaborando estrechamente. Vamos, más o menos como actualmente.
En Catalunya existe ahora un 80% de herejes.
Somos personas que ponemos en tela de juicio a la Monarquía, esto se puede solucionar a lo bruto, enviando a las tropas borbónicas como pasó el primero de octubre.
Pero sí razonablemente como hizo la Reina Maria Cristina cuando acabó con la represión de la inquisición.
Se deposita el conflicto en el Gobierrno Español y a decidir en público referéndum si Monarquía o República.
Porque estoy segura de que si en Madrid gobernase una república el conflicto de Catalunya sería un asunto a resolver en una mesa de negociaciones. Usar la cárcel y el exilio es usar las amenazas medievales de los quemaderos.
Y así no avanzamos.

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